sábado, 2 de marzo de 2013

1 – SITUACIÓN

En el oeste de Zamora y Salamanca, donde el Duero hace frontera con Portugal y se encajona formando los cañones más profundos y extensos –casi un centenar de kilómetros- de toda la Península Ibérica, se encuentra la comarca de Los Arribes. Un espacio natural privilegiado en el que destacan la belleza agreste de su paisaje granítico y una rica y variada fauna y flora.

El Parque Natural de Arribes del Duero es un espacio natural protegido, situado en el noroeste de la provincia de Salamanca y en el suroeste de la provincia de Zamora, en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, España.
Arribes es como se denomina a la geografía originada por la erosión de los ríos Águeda, Duero, Esla, Huebra, Tormes y Uces en este territorio. En el cañón de este último se localiza una de las cascadas más bellas y espectaculares de toda la Península, el Pozo de los Humos, donde el agua cae desde más de 200 metros. El relieve de los Arribes pertenece al dominio del Zócalo Paleozoico y está constituido fundamentalmente por granitos y franodioritas. Presenta una zona de depresión o de altitud más baja y otra de penillanura o de altitud más elevada. Esta característica geomorfológica común en toda la zona, constituye el origen de una comarca natural sin límites definidos o territorio de relación económica, cultural y turística entre los municipios de la zona.
La Junta de Castilla y León incorporó este paraje a su red de parques naturales el 11 de abril de 2002.
En casi toda la zona protegida, los cursos fluviales de los ríos Duero y Águeda hacen de frontera natural entre España y Portugal. El gobierno portugués protegió su parte ribereña del Duero el 11 de mayo de 1998 bajo el nombre de Parque Natural del Duero Internacional.
Los grandes desniveles de la zona, el alto caudal del Duero y los numerosos ríos que en él desembocan, convierten  al parque en uno de los puntos de mayor potencial hidroeléctrico de toda la península Ibérica. Por ello, se ha ido construyendo una red de presas y embalses conocida como Saltos del Duero.
La peculiaridad de la orografía hace posible la existencia de un microclima mediterráneo. Es notable en las zonas que presentan una altitud más baja. Esto contribuye a la diversidad vegetal y convierte al parque en un lugar perfecto para el refugio de numerosos animales, especialmente para las aves.
Se establece en una zona alejada con escasez de infraestructuras que se encuentra en un continuo proceso de despoblación. Gracias al carácter aislado de estas tierras, se ha podido conservar un amplio patrimonio histórico, cultural y natural así como numerosas costumbres y tradiciones. En los últimos años, las principales iniciativas inversoras de la zona han venido de la mano del turismo y el comercio minorista transfronterizo. Esta circunstancia ha hecho que sea necesario preservar el hábitat natural, conservar el patrimonio y desarrollar las tradiciones socioculturales como propulsores de la economía de la zona.


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